8 de diciembre de 2006

Muere lentamente, quien no voltea la mesa...

Copio a continuación un post del blog de mi hermano Antonio. Me ha dado mucho que pensar, y quiero tenerlo a mano porque quiero que me sirva en los momentos en los que tengo que decidir qué camino coger.

"Muere lentamente, quien no voltea la mesa cuando está infeliz en el trabajo, quien no arriesga lo cierto por lo incierto para ir detrás de ese sueño que lo está desvelando. Quien no se permite por lo menos una vez en la vida, huir de los consejos sensatos.

Muere lentamente quien no viaja, no lee, quien no oye música, quien no encuentra gracia en si mismo.

Muere lentamente quien destruye su amor propio, quien no se deja ayudar.

Muere lentamente quien pasa los días quejándose de su mala suerte o de la lluvia incesante.

Muere lentamente quien abandona un proyecto antes de iniciarlo, quien no pregunta sobre un asunto que desconoce o no responde cuando lo indagan sobre algo que sabe...

Muere lentamente quien no comparte sus emociones, alegrías y tristezas, quien no confía, quien no lo intenta.

Muere lentamente quien no revive sus recuerdos y sigue emocionándose como si lo estuviera viviendo en ese momento.

Muere lentamente quien no intenta superarse, quien no aprende de las piedras del camino de la vida, quien no ama y deja amar.

Evitemos la muerte en suaves cuotas, recordando siempre que estar vivo exige un esfuerzo mucho mayor que el simple hecho de respirar."

**Este es un poema de Pablo Neruda que Txabi envio a Eider, y que ella tiene pegado en su armario

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